Crónica prepartido (Sevilla - Almería), Jornada 26

La lista de convocados para el partido de hoy es la formada por Palop, Javi Varas, Konko, Squillaci, Escudé, Drago, Fernando Navarro, Duscher, Romaric, Maresca, Renato, Jesús Navas, Adriano, Capel, Perotti, Acosta, Luis Fabiano y Kanuté.

Salen de la lista Fazio y Prieto, supongo que para evitar, en caso de un mal partido, que la gente se eche encima de ellos de manera específica tras sus lamentables (tampoco hay que poner paños calientes) actuaciones en Bilbao. Son los más jóvenes de los que allí estuvieron y, siendo sinceros, si alguien estuvo más desafortunado que el resto fue David Prieto. Por el contrario entran Escudé, Drago, Mareca, Perotti y Acosta.

Con esto, la alineación que entiendo como la más probable es la formada por Palop, Konko, Squillaci, Escudé, Navarro, Duscher, Romaric, Navas, Capel, Perotti y Kanuté. Con la vuelta de Luisfa y Acosta así como la incorporación al grupo de Perotti hacen, desde mi punto de vista, del todo innecesario la aparición de Renato (en su actual estado de forma) en la media punta. Tampoco entendería la salida de los dos delanteros natos de inicio, más que como otro gesto de cara a la galería (prensa). Siempre me gusta tener a uno de los dos en el banquillo, para que pueda haber recambios en todos los puestos (manías de uno).

Aunque la mayor inquietud que tengo de cara al partido de hoy es la actitud de la afición con el equipo. El otro día quise ser optimista porque así es como lo sentía. Sigo siéndolo, siempre lo he sido en lo que a mi equipo se refiere, pero no lo podemos negar, el enrarecimiento del ambiente es una losa que debe caducar cuanto antes. Abonarse al resultadismo como filosofía de vida es lo que tiene, la victoria suma poco y la derrota resta mucho. Si a esto le añadimos la inestimable ayuda de periodistas como los que opinan y crean opinión sobre nuestro equipo, pues ni te cuento. No perderos el recado de José Antonio Jiménez en la previa del partido de hoy (http://www.muchodeporte.com/?secc=3&id=3338), en la que advierte que ni una victoria hoy (ojo, por brillante que sea) apaciguaría absolutamente nada.

Los números son los números, y los de nuestro Sevilla este año en liga son incontestables. No obstante podían ser mejores si no se hubieran tirado literalmente partidos a cuenta de la copa (12 puntos, nada menos, en lo que llevamos de 2009, insisto, no digo que se hubieran ganado todos, pero…). En este sentido creo que el mister ha jugado mal sus cartas. Lleva entendiendo, desde ya hace mucho tiempo, su trabajo de entrenador en el Sevilla como una lucha constante contra todos. Apostó por la copa como bolsa de aire que le permitiera respirar hasta final de temporada (como sabéis, nunca defendí nuestro interés este año en la copa), y le ha reventado en la cara. Lo que son las cosas, si hubiéramos caído en copa ante el Valencia (sólo si Squillaci no hubiera metido aquel gol en el último minuto), las cosas ahora no estarían como están. El objetivo primordial (y para mi casi único) de esta temporada creo que se cumplirá, pero pese a ello Jiménez no tendrá la continuidad asegurada. Cuando llegue el momento nuestros dirigentes no tendrán que plantearse si cambiar de entrenador para mejorar las prestaciones objetivas del equipo, sino para intentar unirnos a todos. Pero mi gran duda es saber si esto último será posible alguna vez más.