domingo, 8 de febrero de 2009

Crónica Derbi Sevilla - Betis

. domingo, 8 de febrero de 2009

Dolorosísima la derrota ante el Betis en nuestro estadio, después de 12 años (que se dice pronto). El once inicial del Sevilla el esperado (Palop, Mosquera, Squillaci, Escudé, Navarro, Duscher, Romaric, Navas, Capel, Acosta y Kanuté), quizá la incorporación de Acosta por Renato sorprendió a algunos, pero todos sabíamos que el pequeño argentino iba a disputar un tiempo significativo del choque tras su exhibición en copa, la cuestión era saber si desde inicio. El Sevilla salió de manual, tal y como le pedíamos en la previa. Defensa adelantada, presión fuerte e intento de desborde por banda. También decíamos que esto nos lo sabíamos todos, y esto incluye a los rivales, y dentro de los rivales también está el Betis. Así que Chaparro elaboró un plan. Rácano como ninguno, pero sobre todo arriesgado teniendo en cuenta su actual (previa al partido, quiero decir) situación en el Betis. Y le salió bien, qué coño, le salió a la perfección.


Aceptó una inferioridad de su equipo todavía mayor a la que realmente existe entre los dos onces que ayer saltaron. Sabiendo de las intenciones de nuestro equipo el Betis salió a dejarse dominar, metió una línea de cuatro a la altura de la línea de su área y otra de cinco (incluso seis) por delante. Presionó fuerte en su campo, asfixió nuestras bandas con ayudas y sólo salían al ataque con un máximo de tres hombres (Mark González, Sergio García y Oliveira), a los que les quedaba un desierto sin agua hasta la portería de Palop cada vez que tenían la pelota, así que ni siquiera lo intentaban. El desgaste lo sufríamos nosotros, ya que ellos, en su repliegue absoluto y nulos ataques, recorrían muy pocos metros. Ante ese panorama lo normal es que el equipo dominante llegue a crear alguna ocasión de gol (incluso a marcar) por mera presencia, pero al Sevilla de ayer, aunque le sobrara deseo de victoria, le faltaba mucha frescura.

Jugábamos como un autómata, una y otra vez intentábamos repetir la jugada que el rival se había estudiado de memoria, y faltaba el oxígeno suficiente en el cerebro para proponer alguna variante en esos 20 o 30 últimos metros. Así que el Betis, renunciando directamente a jugar, llegó al descanso sin sufrir muchos apuros y con un derroche físico muy inferior al nuestro. 

En la segunda parte más de lo mismo. Saltó Adriano en el 60’ por Capel y en el 65’ Renato por Acosta. Pero con el desgaste de los nuestros en el primer acto el Betis empezó a estirarse, y a encontrar algunos huecos. Nada preocupante, ya que cuando el equipo está volcado en vanguardia nuestra defensa está muy acostumbrada a recibir contraataques casi en inferioridad, y a solventarlos con eficacia, gracias en parte al trabajo de Duscher, que provoca que en estos casos el equipo no se parta en dos. Pero llegó el minuto 69 y la expulsión (merecida por infantil) del medio centro argentino. Y en la misma posesión que generó la falta de esa segunda tarjeta y expulsión llegó el primer gol de ellos. Cuando nuestros defensas prácticamente volvían de las protestas al árbitro Sergio García encontró una autopista por el centro y Melli (por favor, si este lo más redondo que ha visto en su vida es un melón) le puso un pase-pelotazo que el delantero verdiblanco supo cazar rozando el balón (sin apenas cambiarle la trayectoria) para acelerar la velocidad del mismo y dejar la salida de Palop en aparente cantada. Nuestro Sevilla intentó apelar al espíritu de copa, pero el espacio que había dejado Duscher en el centro era todo un territorio virgen sin explotar para el rival, pese a la incorporación de Maresca por Romaric en el 75’. Y así llegó el segundo gol en el 83’. Contragolpe del Betis, en el que Arzu aprovecha la nula resistencia de algún medio centro de los nuestros para poner con toda la tranquilidad un pase a Oliveira para que este “sólo” tenga que batir a Palop. Los nuestros siguieron tirando de orgullo y Kanuté hizo un golazo de cabez en el 91’, como podía, y debería, haber llegado mucho antes.

El increíble plan de Chaparro era esperar a que el Sevilla acumulara cansancio y encontrar algún hueco en la segunda parte. Llegó a ver alguno, pero acabó encontrándolo definitivamente con la expulsión de Duscher y el gol en la misma jugada. A toro pasado hay quien se atreverá a decir que Chaparro hizo un planteamiento exquisito del partido, cosas del fútbol.
A mi, lo que me preocupa de verdad, es que el Sevilla acumule tres partidos en liga (dos de ellos en casa) perdiendo contra equipos muy inferiores. Que no sea capaz de buscar variantes en un juego que hace temblar cuando estamos muy finos, pero que también es previsible, y, lo peor de todo, contrarrestable cuando no hay frescura.


Y esa falta de frescura se la debemos a la copa. Esa competición a la que, no me cansaré de decirlo, yo hubiera renunciado (sacar al filial, vamos) con la llegada de 2009 teniendo en cuenta el nivel de lesiones que estábamos sufriendo. Pues bueno, ya son la nada despreciable cantidad de nueve puntos que no volverán los tirados por la borda. No digo que hubiéramos obtenido todos ellos, pero tengo la certeza que más de uno si que si. Son muchos años de fútbol los que llevamos y no vamos a inventar ahora la rueda. De todo esto que está sucediendo era muy consciente el cuerpo técnico y dirigentes de nuestro equipo en la entrada del nuevo año, y aún así se ha consentido. A lo mejor es que soy yo el que no se entera de la película.

Mankiw


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué le pasa al sevillismo después de perder tres partidos seguidos? A mi personalmente me gustaría que viniera Koeman para evitar que estas cosas pasen de nuevo. Me he dado cuenta después de mucho recapacitar que los que apoyan a Jiménez no tienen ni puta idea de futbol. Aunque el Sevilla esté tercero y en semifinales de copa no deja de ser fortuito. En copa hay que marcar los goles en el último minuto para decir que has ganado y en liga se pierde con los rivales que luchan por no descender, si vamos terceros es porque los otros han ganado menos todavía, en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Ni lesiones, ni presupuesto ni nada. Jiménez es muy malo y deberíamos ir pisándole los talones al Barcelona, del Nido fracasa sí o sí y Monchi que se quede fichando para la cantera y deje a otro administrar el dinero para la primera plantilla, porque Monchi solo sabe comprar en el mercadillo.

Gabu dijo...

¿Anónimo?, a saber quien eres. Jajajaja, no creo que seas el Kiko porque desde luego el comentario parece de un bético. Di quien eres y será un placer discutir contigo algunas de las cosas que dices, no obstante, sea cual sea tu opinión recuerda que hay formas y formas de plantear tus ideas, y la que has elegido "anónimo" me parece poco acertada.
El concepto Koeman me dice que tu eres mas de baloncesto o formula 1, ¿miento?.

kikinho dijo...

a mi no me metas en esto, yo si tengo que decir algo lo hago dando la cara.

tal y como hizo mi equipo en el derby, dijo lo que tenia que decir y dejo vuestras "vergüenzas" al aire...

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