A pesar de mis viriles y juveniles 26 años, muchos han sido los jugadores de calidad y potencia extrema que he tenido el lujo de ver jugar en el Sevilla F.C a lo largo de estos años. Francisco López Álfaro y su reparto equitativo de fútbol, Toni Polster y sus internadas espectaculares en el área a base de codazos, Pablo Bengoechea y su lanzamiento inverosímil de falta, Iván Zamorano y su golpeo de cabeza en suspensión cual volátil, Diego Armando Eternamente Maradona y su divinidad (aún bajo el estado de estupefacientes), Davor Suker y su maestría infinita (fútbol de copa y puro), Daniel Alves y su capacidad para mandar a los rivales a tomar por culo... Jesús Navas y las roturas de aparatos lúmbares que provoca en sus marcadores, Palop marcando goles, O Fabuloso... Los aficionados del equipo de la avenida de la Palmera, por su parte, han visto jugar a Benjamín o a Josete. Pero no hablaré sobre eso.

De toda esta lista largísima de jugadores gloriosos me tengo que quedar, sin lugar a dudas, con uno que aún tenemos la suerte de disfrutar. Se trata de Frederic Oumar Kanouté. Uno se queda sin palabras para definir a este santo del fútbol y de la vida. En sus ojos tristes, grandes y calmados se refleja gran parte de su personalidad. África en su corazón. Eternamente. Frederic Omar Kanouté es musulmán. Los que no tenemos ni puta idea de religión no lo entendemos. Pero dicen que la religión más bondadosa de todas es la musulmana. Y Kanouté la procesa. Sus goles siempre van dedicados al cielo. Alá. Esos goles que siempre aparecen cuando más falta hacen (Eindhoven, Glasgow, Madrid, Mónaco, cuartos de final contra los desviados...) Kanouté sabe que el fútbol es secundario en la vida y por eso los festeja con el decoro que sólo los divinos pueden hacer. A él lo que realmente le importa son la injusticias de este mundo y esa ahí donde se desespera. Todo el mundo conoce las mil y una labores humanitarias de Frederic y su fundación. Un hombre de izquierdas comprometido con su tiempo.

Mi única pena es que Frederic Omar Kanouté tiene 31 años y no le quedará demasiado fútbol en Nervión. Ojalá la directiva del Sevilla F.C. le de un cargo en el club y así no desprendernos de su persona. Hoy día, en el fútbol negocio, sería muy importante contar con Kanouté. Grande y eterno. Pero mucho me temo que Frederic es un ciudadano del mundo y cuando acabe su compromiso con el mejor equipo de Al-Andalus, y una vez colgadas las botas, marchará a otra causa en otro destino. No debemos ser egoístas. Frederic Omar Kanouté es mucho más necesitado en lugares más desfavorecidos.
Por todo lo que has dado, lo que das y lo que darás, GRACIAS KANOUTÉ.
PALESTINA LIBRE.
SALUD Y SEVILLISMO!!
ROCKABIRI
2 comentarios:
HOla, siempre guardo cientos de fotos de hombres desnudos que me he bajado de internet, pero no soy gay porque eso es malo, entonces mi pregunta es qué puedo hacer para dejar de tener que bajarme todas esas fotos de negros musculosos y de buena nalga, ayudarme porque no puedo parar.
yo creo, querido amigo, que tienes la misma condición sexual que Don Manué. Cómo tu bien dices eso no es malo. Malo es ser del beti.
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