El Sevilla salió con el equipo anunciado (Capel en la izquierda y no Adriano) salvo por la incorporación de Fazio para acompañar a Romaric en el medio centro. El Espanyol por su parte reservó a sus estandartes (de la Peña y Tamudo) para el segundo tiempo. Empezamos el partido con el manual vigente en la mano, esto es defensa adelantada, posesión y balón a las bandas. La posesión era efectivamente nuestra pero las pocas ocasiones caían de igual modo en una portería que en otra. En la primera parte las más claras fueron para Luis García en el 5’ (con paradón de Palop), un disparo duro pero algo centrado desde fuera del área de Romaric en el 27’, un centro que se pasea por delante de la portería de Palop porque Luis García no llega por milímetros (la más clara para ellos) en el 37’ y una de pillo de Navas que falla en el disparo en el 40’ (la más clara para nosotros). Nos invadía de nuevo la sensación de jugar al 50% de posibilidades con un equipo de manifiesta inferior calidad. En el caso de este partido la baja de Duscher ha sido fundamental para acentuar esta circunstancia, ya que era a la contra donde el Espanyol lograba contrarrestar el efecto de nuestra posesión, y con la lentitud de los medios centros que teníamos hoy en el campo esas jugadas tenían más peligro del debido. Fazio y Romaric parece que llegan muchas veces tarde, tanto en jugadas de defensa como de ataque, y ocurre que el rival parece tener más presencia numérica, por tanto, tanto en defensa como en ataque. Pero siendo sinceros, yo hubiera sacado este mismo centro del campo para el partido de hoy, sencillamente porque no había otra cosa sensata.
En el segundo tiempo la tónica seguía siendo la misma. El Sevilla sin cambios y el Espanyol sacó a de la Peña. El desgaste empezó a hacer mella dando pie a un partido más de ida y vuelta. Ocasiones para Luis García, una muy buena de Renato que en un mano a mano con Kameni que el portero detiene, un tiro lejano de Capel en una diagonal, pero sobre todo la que falla Corominas en el 61’ (la última de todas ellas). Sin portero y más cerca del punto de penalti la saca Prieto por dos ocasiones, y la segunda con la cabeza cuando ya estaba en el suelo. Esta ha sido la ocasión clave para ellos, porque un par de minutos después llegaba la expulsión (doble amarilla) de Lola por clara zancadilla a Capel cuando se iba en velocidad. A partir de ahí cambió el partido y el Sevilla, con más espacios, empezó a crear ocasiones tan claras (palos para Renato de cabeza y para Romaric) que era cuestión de tiempo que nos adelantáramos. Gol de Kanuté en el 84’ y golazo también del maliense (por la jugada de Navas y el posterior remate) en el 92’. Ambas jugadas muy parecidas. Tres puntos sufridísimos y para casa. No obstante y desde mi punto de vista, no fuimos merecedores claros de la victoria hasta la expulsión.
Y aquí viene la reflexión. Normalmente el Sevilla lleva el peso de los partidos pero no existe la sensación de que por ello tenga más posibilidades de ganar. La poca movilidad, la lentitud, la conducción excesiva en los hombres de medio campo son los factores determinantes de esa circunstancia. Quizá se pudiera trabajar un poco más en mejorar esto porque llevo tiempo preguntándome lo siguiente. Durante toda la temporada da la sensación de que el equipo está muy bien trabajado en defensa pero no cuando tenemos la posesión del balón, y sin embargo planteamos los encuentros con la intención de tener la pelota. No sé si se debe más a exigencias del guión o al propio planteamiento de los rivales cuando se enfrentan a nosotros. Y por jugadores parece que nos sentiríamos más cómodos jugando a la contra, pero nos hemos hechos grandes y hay que asumir esta responsabilidad, que empieza por corregir cuanto antes la deficiencia creativa que tenemos en el medio campo.
Pero bueno, quedémonos con lo positivo, que por fin se ha roto la racha negativa, que seguimos terceros, mejor que la semana pasada y con un partido menos, y que la tendencia debe ser empezar a recuperar más jugadores de los que caen. Recordemos también que nuestros rivales comienzan a jugar sus competiciones europeas, a las que se tienen que agarrar para conseguir darles una alegría en forma de título a sus aficiones. Exigencia que, hoy por hoy, no debe tener nunca el Sevilla F.C., convirtámoslo en una ventaja en lugar de un lastre.
Me gustaría decir para terminar que pese a las deficiencias en el centro del campo tan comentadas que pueda presentar el equipo, es lo que tenemos hasta final de temporada, igual que el entrenador y todo lo demás, así que intentemos remar todos hacia la misma dirección que estamos ante una buena oportunidad de seguir creciendo. Ya exigiremos enérgicamente responsabilidades y correcciones en verano, cuando no nos juguemos tantísimo como ahora.
Mankiw
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