Crónica Pospartido Sevilla F.C.-Athletic Club de Bilbao (Semi-Final ida - Copa del Rey)

Cortísima la renta obtenida hoy por nuestro equipo atendiendo a lo que se ha visto en la bombonera. Antes de todo aclarar que la primera parte se jugó directamente sobre una marisma debido a la tormenta que cayó media hora antes del partido. Esto hizo aplazar el inicio 15 minutos, aunque viendo lo bien que estaba el campo en la segunda parte se puede pensar que el árbitro hubiera estado más acertado si lo hubiese aplazado una hora.

El Sevilla salió con el equipo anunciado (jugó finalmente Adriano por Capel). Planteamos la primera parte como había que hacerlo. Sacamos la defensa hasta el medio campo y conseguimos jugar mayormente en cancha del Bilbao. El haber tantos jugadores en poco espacio y con el estado del terreno de juego se generaron faltas a favor que provocaban barullos en el área y situaciones de relativo peligro. El Bilbao intentaba sacudirse en contadas ocasiones, y cuando lo conseguía se esforzaba en adelantar su defensa para aguantar un poco el leve dominio obtenido. Pero la verdad es que no le duraba más de dos jugadas gracias al buen hacer de la defensa y de Duscher, que apretaban y se anticipaban a los delanteros vascos en la mayoría de los lances. Resumiendo, que tal y como estaba el campo la primera parte del choque se había convertido en una lotería, y el Sevilla compró más números que el Bilbao gracias a la buena lectura de la situación y a la superior calidad de nuestros jugadores. Pero la suerte cayó del lado vasco en el minuto 42. El único error defensivo que cometimos en todo el partido nos costó carísimo. Córner a favor del Bilbao, Llorente gana la pugna anticipándose a Squillaci y a Palop (mala salida del valenciano) para marcar de cabeza. Después del palo del gol nos quedamos fríos y poco más se pudo sacar.



En el descanso se acabó secando el césped y salió Acosta por Renato. Ambos factores fueron determinantes para la remontada. Nuestros jugadores dieron otro paso adelante y empezaron a bordar el fútbol. Auténtico vendaval, de los mejores de antaño. Muy bien la defensa, que se veía las pocas veces que conseguía salir el Bilbao casi superada numéricamente y que aún así resolvió todas ellas de manera eficiente. Destacar el buen partido en ataque de Mosquera. Increíble Duscher (el mejor del partido desde mi punto de vista), que dominaba con germana eficacia todo el ancho de su línea, y que se aventuró a ofrecer un par de pases interiores a Kanuté de muchísima calidad (además de conseguir el primer gol, de pleno coraje). Muy bien Romaric en la distribución de balón a bandas entre auténticas marañas de jugadores. Correcto Adriano y correcto Capel (que le sustituyó en el 58’). Pero sobresaliente Navas, que parece no tener techo esta temporada y que gracias a la ayuda de Mosquera conseguía el poco espacio necesario para encarar y ser letal en sus incursiones (fundamental que doblen los laterales). Sobresaliente también Acosta, que nos dio aún más verticalidad y velocidad en el juego de ataque (¡qué buena pinta tiene este chaval!). Bien Kanuté que aunque sea lo habitual supo leer el partido en todos los momentos del choque, pero se encontró con la mala suerte en el penalti y con el acierto de Gorka en un par de ocasiones. Los dos goles llegaron en sendos barullos en el área (bien resueltos por el alma argentina de Duscher y Acosta) como debería haber llegado alguno más. Insisto, inspirada la noche de Gorka y verdadera mala suerte en el penalti errado por Kanuté.


Verdaderamente injusto lo que en definitiva ha sucedido hoy. El Sevilla fue mejor en un campo que le obligaba a jugar en contra de nuestra filosofía, y que favorecía más a las características del rival, e insultantemente superior en un campo medianamente aceptable. Por puntos hubiera sido una auténtica paliza.

Y ahora me pregunto qué hubiera pasado si el mister hubiera solicitado la mitad de tensión y atención para los dos fatídicos partidos perdidos en liga ante equipos claramente inferiores (cualitativa y cuantitativamente, no lo olvidemos). Pero bueno, quedémonos con lo positivo, es decir, que hemos dejado la semifinal abierta y con buenas sensaciones, y que en liga estamos en el objetivo, y con un partido de lo más motivador a 72 horas vistas. Y lo mejor de todo es que en el mejor de los casos sólo quedan dos oportunidades para seguir perdiendo la perspectiva.

Mankiw